La vida no es mas que un interminable ensayo, de una obra que jamás se va a estrenar...

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lunes, 12 de julio de 2010

Before the storm


El invierno trae cosas extrañas sobre mí. Abro la puerta y el cielo gris atraviesa mi alma. Me gusta eso, siempre me gusto mas el invierno, son momentos de total inestabilidad.

Y cuando el viento recorre mi cara con sus manos frías, heladas siento que estoy viva, cuando mi pelo se enrreda y todo vuela...otra vez siento que vivo.

Las hojas cayendo, los niños corriendo, es un momento único, ese, antes de la tormenta, un momento de total electricidad, la puedo sentir en mi, me da la tranquilidad que necesito, sintiendo que en algún momento el cielo va a explotar y todo el mundo correrá lejos...

5 comentarios:

gRaViToN...♫♪ dijo...

una vez por mi cabeza paso una idea en forma de metafora, decia:

prefiero ver como la muerte va avanzando en el otoño, que ver la muerte a la cara en invierno.

y es que para algunos el invierno es el fin de su ciclo, mientras que para otros es su nacimiento. tambien creo que si se sabe ver lo bueno de cada cosa, siempre nos sentiremos naciendo, vivos, con entusiasmo.

me gusto el texto, me gusto tu sentir, pero ojala no explote todo, si no tambien explotaria nuestro reloj y yo quiero estar mas con vos... ♥

Eric Northman dijo...

El cielo acecha con una mirada relampagueante. Las ventanas, empañadas por el contraste entre la muerte gélida que habita fuera, con la calidez que el fuego nos ofrece consumiendo vida seca en nuestra estufa. Lejos de ser la calidez de lo que llamamos “Hogar” nuestra vida trascurre, mas parecida a la tormenta que nos espera afuera, que al silencio inhóspito del living de nuestra casa. Una mirada al cielo a través de esas ventanas empañadas nos llena de nostalgia, el cielo nos comprende, si hasta con el mismo color de nuestra vida se viste! Ese gris opaco, falto de luz, nos avisa, esta por llegar. Las primeras gotas caen sobre la ventana. Ese sonido a golpe seco nos emociona. Una mueca sin alma nos brota a modo de sonrisa. A nuestro alrededor, la soledad, afuera, la tormenta.

Ale dijo...

+



La descarga simpática,
la sensación consciente del reflejo pilomotor, la innata capacidad de discriminar cargas magnéticas,
la completa abolición de la inhibición cortical,
la respuesta hipotalámica a la variación de velocidad de evaporación del sudor sobre la piel
Captar el efecto tyndall en el aire,
oh no!, creo que amo el invierno.



(:


Ale.-

Violetcarsons dijo...

He vuelto.

¿Y si ya nada valiese realmente la pena?, gritar, pasa a ser alguna desesperación secundaria, bloqueadas tus palabras, se desvanecen. Y los susurros de tiempo son navajazos por la espalda…

Violetcarsons.

Eric Northman dijo...

Gritar solo se vuelve secundario cuando no hay quien para escuchar. Y peor aun, no estar solo y que no puedan (o quieran) escuchar nuestros gritos.

Siempre hay un porque, que hace que todo valga la pena... y el tiempo se torna nuestro mejor aliado, por suerte el tiempo nos acompaña, dandonos recuerdos... la biblioteca del alma... cada tanto es bueno volver a leer algunos cuentos... sobre todo en invierno...